Caligrafías Urbanas (Contenido)



 

Tenìa 16 años cuando me colé por primera vez en unas vías de tren y escribí las iniciales de una pandilla de grafiteros (cuyo ùnico miembro era yo)  en una pared. Despúes de aquello sucedío algo increìble; no pasó absolutamente nada. No me persiguieron perros, no me partio ningún rayo enviado por Dios para castigarme y mi madre ni si quiera se dio cuenta que no estaba en casa.

Aquella fue la noche que me dí cuenta que podía salirme con la mía. Y también descubrí que detras del cartel <<PROHIBIDA LA ENTRADA>> todo sucede a mayor definición, la adrenalina te aguza la vista, hasta el ruido más imperceptible cobra significado, se te agudiza el sentido del olfato y los vagabundos defecan por todas partes.

Muchas personas consideran un delito allanar una propiedad privada y pintarla. Pero en realidad, equipos de expertos en marketing invaden los 30 cmª de nuestro cerebro cada dìa de nuestras vidas. El graffiti es una respuesta perfectamente porpocionada al hecho de que una sociedad obsesionada  con el status social y la imfaia nos vendan metas incanzables. Esta es una visiòn del mercado libre y no regulado que tiene el tipo de arte que se merece. Y es posible que a algunos les parezca una enorme pérdida de tiempo, pero a quién le importa su opinión: su nombre no está escrito en letras gigan- tes en el puente de su ciudad.
                                                                                                               -BANKSY, 2010